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    Compañía de Vinos Telmo Rodriguez

    En 1994, Pablo Eguzkiza y Telmo Rodriguez junto con un tercer enólogo elaboran un vino de Garnacho, de viejas viñas en vaso de Navarra. El vino se llamó Alma. Así arranca el proyecto, que en sus orígenes se llamara Compañía de Vinos de La Granja.

    Desde su nacimiento, el argumento fundamental de la Compañía de Vinos Telmo Rodriguez es la utilización únicamente de variedades autóctonas de zonas originales, recuperar viñedos olvidados. Esta filosofía contrasta entonces con el boom de la implantación de variedades foráneas, prácticamente en todo el viñedo español. Sus vinos quieren ser reflejo de un paisaje basado, ante todo, en la buena uva y en las familias de viticultores excepcionales.